Vida de Hanníbal

23.1 Erat autem brumae tempus et summa uigebat asperitas hyemis [113r] in iis praesertim locis quae Alpibus Apoeninoque clauduntur. Numidae, ut praeceptum erat citra flumen Trebiam Romanum sensim trahentes, ubi ad eum locum uenerunt, unde suorum signa conspici poterant, subito uerterunt in effusum hostem equos. 2 Est enim Numidarum consuetudo, ut sponte plaerunque cedant, mox ubi uisum fuerit, sistant, rursus maioreque impetu quam prius hostem inuadant. 3 Sempronius extemplo equitibus ad subsidia reuocatis pro necessitate temporis aciem instruit, pugnam cum hoste, qui omnia ad futurum certamen praeparauerat, commissurus. 4 Iam enim cum instructis copiis aderat Hannibal, ut praesenti occasione certandi uteretur. Pugna primum a leui armatura, deinde ab equitatu initia est, in qua Romani equites cum impetum hostium sustinere non possent, facile cesserunt loco. 5 Praelium deinde legiones excepere tanta contentione tamque paratis ad dimicandum animis, ut resistere posse uiderentur, si eis fuisset cum solo pedite decernendum. Sed hinc equites elephantique terrebant, hinc pedites instabant acriter pugnantes aduersus corpora fame frigoreque confecta. 6 Itaque magis animis quam uiribus hanc molem circunstantium incommodorum sustinentes Romani, pugnam extraxere, quousque Mago ex insidiis exortus cum clamore acet F W  tumultu incautos inuasit, et media Poenorum acies iussu Hannibalis impetum in Cennomanos fecit. 7 Tunc fuga ab auxiliaribus caepta Romanorum fraegit animos. Nam ad decem milia peditum ex Romano exercitu fuisse dicuntur22Livio XXI, 56, 2-3., qui per medios erumpentes hostes se Placentiam contulere. Ex reliquis copiis fugientes persecuti maiorem partem conciderunt poeni. 8 Euasit tamen Sempronius consul summo periculo manibus hostium euitatis. Nec Poenis incruenta uictoria fuit, multis ex suis militibus ac omnibus prope elephantis amissis.

23.1 Era tiempo de eladas y la ynvernada era súmamente áspera y mucho más en aquellos logares que contornan los Alpes y el Apenino. Los númidas, segund les fue mandado, fueron sosacando poco a poco los romanos aquende del río Trebia, y quando llegaron al logar donde podieron veer las señas de los suyos súbitamente, bolvieron los cavallos contra los enemigos que venían esparzidos. 2 Tienen en costumbre los númidas de se retraher de su voluntad muchas vezes y de se retener luego quando les pareçe complidero, y arremeten de nuevo al enemigo con mayor ímpeto que primero. 3 Sempronio prestamente fizo tornar su gente de cavallo a los socorros de las otras sus compañas y puso en orden la az, segund la neçessidad del tiempo, para cometer la batalla con el enemigo ya antes aparejado a la venidera lid. 4 Estava ya ende presente con sus compañas ordenadas Hanníbal para gozar de la presente occasión de la contienda, la qual se començó primeroprmero   entre los de ligera armadura y después entre los de cavallo, pero los cavalleros romanos, no podiendo sofrir el embate de los enemigos, de ligero se retraxeron. 5 Y desdende, [169v,b] las legiones arremetieron con tan grand contienda y con tan aparejados ánimos para pelear, que mostraron poder resistir si ovieran de lidiar con los otros peones sólos. Mas de la una parte ponían espanto los elefantes9P. omite el sujeto lat. equites. y de la otra apretavan los peones agramente contra los cuerpos que para pelear estavan atormentados de fambre y de frío. 6 De manera que los romanos sofrieron más aquesta difficultad y peso de los daños çircunstantes con los ánimos que con las fuerças, y continuaron la pelea fasta que Magón, salido de la çelada con grita y con estruendo, arremetió contra los que d’esto no temieran y la az mediana de los carthagineses, por mandado de Hanníbal, arremetió contra los çenomanos. 7 Entonçes, començando a fuyr los ayudadores, fueron quebrantados los ánimos de los romanos ca, segund se dize, fasta diez mill peones de los romanos rompieron por medio de los enemigos y se fueron a Plazençia, y de los que yvan fuyendo de las otras compañas, grand parte mataron los carthagineses. 8 Con todo, pudo escapar el cónsul Sempronio de las manos de los enemigos con soberano peligro, y la victoria que ovieron los carthaginesesCarthagines   no fue sin sangre, porque perdieron muchos de los suyos y quasi todos los elefantes.